Compré una licencia barata de Windows y no fue buena idea

Fecha de publicación 31/05/2017
Compré una licencia barata de Windows y no fue buena idea

Benito tenía un ordenador en su oficina con “Windows XP Professional SP3” instalado y la verdad es que le funcionaba perfectamente, era un autónomo que se dedicaba a la carpintería. Este ordenador lo usaba para hacer facturas, gestionar correos electrónicos con clientes y proveedores, confeccionar diseños o almacenar fotos de sus trabajos finalizados, a modo de muestrario para futuros clientes.

Aunque el equipo le funcionaba perfectamente contaba con un funcionamiento óptimo, comenzó a dar problemas con el programa de diseño, ya que sus últimas versiones no eran compatibles con XP. Además los navegadores ya no se actualizaban y era consciente que podría tener problemas de seguridad en algún momento ya que Windows tampoco corregía los fallos de seguridad de dicha versión del sistema desde hacía tiempo. En definitiva, sabía que había llegado el momento de actualizar su sistema operativo.

Consultó a un “amigo informático” y éste le dijo que bastaría con comprar una nueva memoria RAM y un disco duro para dejar como nuevo el ordenador, instalando el sistema operativo Windows 10, el último del mercado. Le indicó dónde podría comprar estos componentes hardware. Además, le comentó que la licencia del sistema operativo, en lugar de comprarla a un “distribuidor autorizado”, podría adquirirla en otros “sitios alternativos” más baratos para ahorrarse unos eurillos, ya que el precio oficial de la licencia para Windows 10 Home era de 135€.

 

Oferta oficial de Windows

Tras hacer una búsqueda por Internet, Benito observó junto a su amigo que era posible comprar licencias de Windows 10 con precios que oscilaban entre 4€ y 121,5€ o incluso algo más.

Imagen de ofertas baratas de windows

Seleccionaron un portal de subastas para comprar la licencia, ya que fue ahí donde más baratas estaban. Se quedó con la opción que incluía únicamente la clave de registro del sistema operativo, que era lo que necesitaba, ya que el sistema operativo lo podría descargar de la web de Microsoft según su amigo

Pegatina que muestra el número de serie de Windows

Benito, finalmente adquirió una licencia a un vendedor de Reino Unido, por GBP 3,99 (al cambio 4,70€). Si salía algo mal, perdería menos de 5€.

Licencia barata comprada en Reino Unido

A los pocos minutos de haber hecho efectivo el pago, le llegó por correo electrónico la licencia para que la usara en su instalación del Windows 10 Profesional.

Al día siguiente Benito y su amigo informático, en primer lugar, hicieron una copia de seguridad del sistema. Con esto se aseguraban poder volver a instalar el antiguo XP si se produjese algún problema o error durante el proceso de instalación del nuevo sistema operativo. A continuación, hicieron una copia de seguridad de los datos, para restaurarla en el Windows 10. Y por último, descargaron el Windows 10 Profesional de la página oficial de Microsoft, que grabaron en un DVD para continuar con el proceso de instalación, el cual finalizó sin problemas, registro y activación de la licencia incluidos.

El funcionamiento del nuevo sistema era totalmente normal hasta que pasadas apenas dos semanas, apareció un mensaje “sospechoso” en la parte inferior derecha de la pantalla del equipo:

Mensaje de sistema operativo: activar Windows

Ese mensaje indicaba claramente que el sistema operativo no estaba activado correctamente, y que necesitaba activarse. Benito no entendía cuál podría ser el motivo, si cuando lo instalaron quedó activado… Así pues, nuestro protagonista intentó activarlo de nuevo. Para ello, pulso el botón de inicio, configuración, actualización y seguridad y activación.

Imagen de la ruta botón de inicio, configuración, actualización y seguridad y activación.

El mensaje que se mostraba era muy claro: «Windows no está activado». Benito observó que en la parte inferior de la pantalla había un botón cuyo literal era «Cambiar la clave de producto», así que hizo clic en él.

Aviso de que Windos no está activado. Cambiar clave del producto.

Se abrió una ventana para introducir una clave de producto.

Ventana de escribir una clave de producto

Introdujo la clave que le habían “vendido” pero el sistema le indicó que esa clave no funcionaba y que debería probar de nuevo con otra diferente.

Ventana de la clave del producto no funcionó.

Por mucho que volvía a introducirla, seguía saliendo el mismo error. Tras varios intentos fallidos, optó por contárselo a su “amigo informático”. Éste, tras una larga búsqueda por Internet, le explicó a Benito que este tipo error se producía cuando varios usuarios utilizaban la misma licencia. El resultado es que se bloqueaban todas. Por lo tanto, ¡habían vendido la misma licencia a varios usuarios!

¿Qué lección aprendió nuestro protagonista?

Benito asumió que había perdido 5€, y lo más importante, que estaba utilizando un software “pirata”, ya que no contaba con su licencia. En caso de haberle identificado alguna entidad, podría haber sido sancionado de forma considerable. Por otro lado hay que tener en cuenta que cuando alguien descarga una aplicación de un lugar que no es fiable, a priori es complicado saber si la aplicación que descarga es solo la aplicación o contiene algún tipo de malware “incrustado” en ella, si ese es el caso, el riesgo de robo de información personal o de bloqueo de ficheros es bastante alto.

También entendió que si él cobraba a sus clientes por su trabajo, quien desarrolla este software también debería cobrar por ello. Además, no se trata únicamente de una cuestión ética, moral o legal, sino que también es importante contar con el soporte técnico a la empresa, así como evitar tener problemas con las actualizaciones. Si un sistema no se actualiza, puede poner en riesgos nuestro equipo y la información que éste contiene.