Seguir la cadena acabó siendo mi peor error
Publicado el 18/09/2019
Internet es una fuente ingente de contenidos e información, pero no siempre lo que se publica es cierto. A veces, noticias llamativas y alarmantes empiezan a compartirse y acaban convirtiéndose en cadenas que viajan de usuario a usuario fomentando la desinformación y la alarma social.
Debido a la facilidad de propagación, se convierten rápidamente en un problema indeseable, incómodo y perjudicial para muchos de los receptores de estos mensajes. En este artículo analizaremos los riesgos, sus consecuencias y las pautas que debemos seguir para no dejarnos arrastrar por ellas.