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Historias reales: me despisté y sin dominio me quedé

Fecha de publicación 12/04/2017
Autor
INCIBE (INCIBE)
Historias reales: me despisté y sin dominio me quedé

Juan es el dueño de una confitería de éxito que cuenta con más de cien años de dedicación a sus clientes. Entre su variedad de productos, cuenta con algunos de altísima calidad que se está vendiendo tanto a nivel nacional como internacional. En especial, disponen de un tipo de bombón de trufa llamado «TruffaChoc». Es la joya de su negocio y al que le dedican una atención especial, habiendo creado un canal propio de distribución y venta para este producto a través de una web específica bajo un dominio .es.

Juan se vio obligado a ausentarse de su trabajo durante unas semanas debido a una enfermedad grave. Durante ese tiempo delegó algunas de sus funciones a uno de sus empleados, pero olvidó dar la orden de renovar el dominio de su producto estrella.

Para su sorpresa, una vez hubo regresado a su actividad laboral, observo con estupor al intentar recuperar su dominio, que este había sido comprado ya por otra persona. Y no solo eso, sino que habían creado un portal similar al suyo, utilizando los mismos textos e imágenes para «supuestamente» vender su producto.

¡Estaban usurpando su marca y producto! ¡Estaban aprovechándose del prestigio y buen nombre de su producto! ¿Estarían estafando a sus clientes?

¿Qué fue realmente lo que pasó?

En el caso de los dominios .es, como el que tenía Juan contratado, existe un periodo de gracia de diez días desde la fecha de expiración del mismo para que su propietario pueda renovarlo. Tras este periodo, el dominio pasa a estar disponible para ser comprado por cualquier persona.

En este caso, Juan no pudo atender la renovación de su dominio porque se le pasó la fecha de renovación, por lo que su dominio pasó a estar al alcance de cualquiera. Tras este periodo, alguien realizó un registro «oportunista» del dominio.

¿Cómo llevaron a cabo el engaño?

A pesar que el registro del dominio por parte del oportunista es legal porque el dominio estaba disponible, el registrador aprovecho la oportunidad para suplantar el negocio de Juan y construir una web fraudulenta usurpando la marca de un producto conocido y de prestigio. Una web donde se estafaban a los clientes de Juan al recopilar sus datos personales y de pago de unos pedidos que nunca iban a llegar a sus destinatarios.

¿Qué hacer si nos sucede esto?

Por un lado, si queremos recuperar el dominio .es, deberemos activar sistema de resolución extrajudicial de conflictos (DRP) sobre la utilización de nombres de dominio .es. Para ello es necesario poseer derechos previos sobre el nombre de dominio como son:

 «Denominaciones de entidades válidamente registradas en España, denominaciones o indicaciones de origen, nombres comerciales, marcas registradas u otros derechos de propiedad industrial protegidos en España».

En este caso, Juan tenía registrado su producto y pudo acceder a este sistema.

También podemos interponer una denuncia ante la policía contra el registrador oportunista, ya que posiblemente se están cometiendo los delitos de usurpación de imagen y estafa al estar ofreciendo a la venta un producto exclusivo que no están autorizados a distribuir.

¿Qué hacer para que no nos suceda?

En todo caso, para este tipo de casos, debemos seguir las siguientes recomendaciones:

  • Debemos estar atentos a los plazos de renovación de dominios y a los mensajes de aviso de la entidad registradora.
  • Podemos proteger la marca de nuestros productos inscribiéndolos en el registro de la Oficina Española de Patentes y Marcas
  • Ante cualquier tipo de delito, es conveniente denunciarlo ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, como la Brigada de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional, o el Grupo de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil.
  • Si necesita soporte o asistencia, INCIBE dispone de su servicio de Respuesta y Soporte.

Conclusión

Juan tuvo suerte esta vez y pudo recuperar el control de su dominio sin que la imagen de su producto se viese seriamente afectada. Hubo algunas reclamaciones de clientes afectados por el secuestrador de dominio, pero supo solucionar el problema realizándoles una promoción especial de descuento.

Este tipo de incidentes es cada vez más habitual, y pueden afectar a la identidad digital y poner en peligro la reputación online de los negocios, especialmente al comercio electrónico como en el caso de nuestro empresario. Protege tu empresa.

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