Blog publicado el 05/12/2016
Desde que aparecieron los primeros virus a finales del siglo pasado, disponer de un antivirus es una medida básica en la protección de cualquier empresa. Pero, como el de la gripe, es habitual que los virus informáticos muten para hacerse más dañinos y resistentes. En su evolución se han diversificado tanto que hemos terminado por llamarlos malware, abarcando este término, además de los virus otros tipos de software malicioso: troyanos, gusanos, spyware, adware, etc. Con tanta «cepa» suelta, ¿cómo nos preparamos para luchar contra el malware?, ¿cuáles deben ser las armas y defensas de un buen antimalware?