Casos Reales

Las redes sociales son el medio a través del que los menores interactúan con el mundo. La protagonista de este caso real experimentó, en primera persona, el peligro de confiar en un conocido TikToker que, utilizando su influencia, la engañó. 

A veces se descuida la seguridad de dispositivos que no identificamos como sensibles, como, por ejemplo, las impresoras, pero si no están adecuadamente protegidas, pueden poner en riesgo la seguridad de la empresa, como sucedió en este caso real.

Cada vez es más frecuente el robo de cuentas de WhatsApp para hacer un uso fraudulento de ellas con posterioridad. En este caso real explicamos cómo se produce el robo y las posibles consecuencias posteriores, además de cómo recuperar la cuenta y evitarlo.

Dar datos personales siempre supone un peligro, y más cuando no se conoce la finalidad de ello. Esto se puede llegar a agravar cuando son datos especialmente sensibles, como en este caso real, en el que una empresa escanea el iris de menores.

En este caso real, la dueña de un negocio se ve afectada por un ataque de suplantación de identidad realizado por uno de sus exempleados, a modo de venganza tras un despido problemático, generando graves daños económicos.

En las redes sociales existen perfiles que viendo un atractivo físico proponen citas a cambio de dinero, regalos, viajes y otro tipo de obsequios. Pero, detrás de estos ofrecimientos, se pueden esconder estafas o fraudes.

Una mala configuración en la seguridad del dispositivo de nuestra protagonista propició, tras un robo, que fueran publicadas fotos suyas desnuda, de cuando era menor de edad, en un grupo de Telegram en el que se comparten contenidos inadecuados.

Un centro educativo descubrió comportamientos arriesgados de algunos de sus alumnos menores de edad al acceder, durante una actividad extraescolar, a páginas web de contenidos inadecuados con carácter violento y pornográficos.

Usar el amor como gancho para conseguir un beneficio económico tras coaccionar y chantajear a una persona a través de Internet, está a la orden del día. En este caso los ciberdelincuentes tienen un modus operandi muy bien orquestado usando el miedo y el chantaje como principal arma.