Al cole con la tablet: el papel de los padres
¿Este curso tus hijos/as van a utilizar tabletas en clase? ¡Que no cunda el pánico! Te contamos todo lo que debes saber para empezar el cole sin dudas, ayudándoles a aprovecharlas con seguridad.
Poco a poco, las tabletas van estando cada vez más presentes en los centros educativos. En el curso 2016-2017 ya representaban el 7,5% de los equipos informáticos presentes en colegios e institutos, más del doble que en el estudio anterior.
Estos dispositivos tienen muchas ventajas para el ámbito escolar, y para aprovecharlas, es necesario realizar un uso responsable y seguro. En clase les enseñarán a usar diferentes aplicaciones, para emplearlas en la resolución de problemas o proyectos. Pero desde casa también es necesario fomentar un buen uso y asegurarnos de su correcta protección y mantenimiento.
Un nuevo accesorio escolar en su mochila
La tableta escolar puede tener diferentes usos, dependiendo de las dinámicas del centro y del equipo docente. Permite dar acceso a libros digitales y aplicaciones interactivas, para complementar o extender las posibilidades de consulta y ampliación de información que proporcionan los recursos de aprendizaje.
Además de reducir el número de libros o cuadernos que deben llevar a clase, con las tabletas se puede conseguir que los deberes sean más dinámicos y participativos. También es útil para mejorar la motivación del alumnado, ya que los recursos interactivos les resultan atractivos y llamativos.
De la misma manera, pueden facilitar la comprensión de temáticas complejas, aportando información desde otras perspectivas, con contenidos multimedia y simulaciones. Se diversifican así las metodologías de aprendizaje, y se amplían las posibilidades de gamificación en el aula.
Además, las tabletas pueden adecuarse a nuevos paradigmas de aprendizaje más centrados en la labor activa del alumnado, promoviendo su autonomía, creatividad y la cooperación entre estudiantes.
Configuración segura 'de fábrica'
Habitualmente, estos dispositivos se entregan a principio de curso con una configuración básica, que no debemos alterar mientras no nos indiquen lo contrario. Esta primera instalación incluye las aplicaciones necesarias que van a utilizar en clase, además de un sistema de control parental y/o filtro de contenidos.
Este tipo de ajustes suele establecerlos el administrador de los dispositivos (normalmente un técnico del propio centro escolar, o un servicio profesional externo). El alumno, que utilizará la tableta en modo restringido, no podrá modificar estos ajustes de seguridad. El objetivo es procurar su seguridad al utilizarla, evitando que se pueda hacer un uso diferente al que está destinada la tableta escolar.
Por ejemplo, no podrá descargar o instalar aplicaciones sin permiso, ni tendrá acceso a contenidos potencialmente inapropiados. Como siempre os recordamos, los controles parentales siempre deben ir acompañados de unas pautas educativas que les muestren cómo utilizar Internet de forma responsable.
Como padres y madres, puede que consideremos necesario ampliar o modificar esta configuración de seguridad si es insuficiente. Puede ocurrir que, mientras hace los deberes, observemos que el buscador ofrece contenidos peligrosos para el menor, por lo que es posible que el filtro de contenidos sea ineficaz. En ese caso, debemos comunicarnos con el centro para que juntos decidamos qué pasos dar.
Actuar por nuestra cuenta, aun teniendo conocimientos de seguridad, puede provocar desajustes en la configuración de la tableta, problemas de incompatibilidad en las aplicaciones o en el acceso a ciertos contenidos educativos, entre otros.
Normas básicas para toda la familia
- La tableta solo debe utilizarse para un uso escolar. Para el entretenimiento familiar es preferible recurrir a otro dispositivo. Esto ayudará al menor a diferenciar el tiempo de estudio y tiempo de ocio, a la vez que evitará problemas de seguridad.
- Ningún otro miembro de la familia debe usarla, evitando principalmente visualizar contenidos inapropiados para los menores o descargarse aplicaciones que no deban estar a su alcance.
- Debemos mantener la tableta protegida físicamente, fomentando de forma progresiva la responsabilidad del menor. De ese modo le enseñaremos a evitar golpes, salpicaduras, arañazos, etc.
- Regularmente, es necesario supervisar que el uso que está haciendo el menor es el adecuado, dialogando sobre ello con el menor y comprobando juntos el historial de búsquedas, las aplicaciones instaladas, la configuración de seguridad, etc.
- Es necesario incluir en el diálogo familiar riesgos como el ciberacoso, el sexting, los hackeos, la suplantación de identidad, etc. Así, los menores ganarán confianza para plantear dudas o comentarnos problemas que puedan surgir.
- Ser disciplinados desde el principio les ayudará a asumir y asimilar estas normas a lo largo del curso.
Sacando partido a la tableta, también en casa
En resumen, la clave está en entender que la tableta escolar no es un ‘dispositivo comodín’, su uso debe ser exclusivamente educativo e intransferible, siendo el menor su único usuario. Seguramente disponemos de móviles u otros equipos que pueden ser utilizados para ver vídeos, jugar o trabajar.
Valoremos la oportunidad de aprender con una tableta escolar, y motivemos a nuestros hijos/as a ampliar los conocimientos adquiridos en clase, fomentando su curiosidad y su capacidad de investigación. Podemos acompañarles en la búsqueda de nuevos recursos educativos, siempre procurando alinearnos con los objetivos didácticos que paute el equipo docente del centro.
Recordemos que la tableta escolar no es un sustituto del profesor o de los libros, sino que complementa su labor educativa, aumentando las posibilidades de aprendizaje.
Y vosotros, ¿este curso tenéis tableta en clase? ¿Tenéis experiencia en cursos anteriores con estos dispositivos? Podéis dejar vuestra opinión en los comentarios.