El grupo de WhatsApp del cole puede ser tu aliado (y no tu pesadilla)
Llegó la vuelta al cole, y con ella, la inevitable notificación en nuestro móvil: ”te han añadido a un nuevo grupo”. Se trata del grupo de WhatsApp de la clase de nuestro hijo/a, que puede ser un quebradero de cabeza durante todo el curso, o convertirse en un recurso útil para comunicarnos. Depende de nosotros, ¿quieres saber cómo?
La mayoría de los padres y madres temen este tipo de grupos de conversación. Algunos incluso rechazan formar parte de los mismos, por malas experiencias en cursos anteriores. Pero este curso podemos hacer de nuestro grupo un espacio útil, agradable y seguro.
Bien organizado desde el primer día
Para comenzar con buen pie y de manera ordenada, podemos aprovechar la reunión de inicio de curso para establecer la organización del grupo. Designaremos una persona que se encargue de administrarlo, recoger los números de teléfono e incluirlos en la conversación. Debe ser alguien participativo, dado que durante el curso es posible que haya que realizar algún cambio.
Es buena idea valorar la figura del moderador/a, es decir, alguien que voluntariamente se encargue de actuar de forma neutral ante mensajes inapropiados, cuando se haga referencia a temas ajenos al grupo o que pueda mediar en caso de que surja un debate. No es un papel imprescindible, pero puede ser práctico en las situaciones más comprometidas. Y una vez repartidas las funciones principales, pasemos a establecer unas normas.
Consejos para convivir en el grupo de WhatsApp del cole
Al crear el grupo conviene redactar unas reglas con las que todos/as estemos de acuerdo. Estas deben concretar las cuestiones que queremos tratar en el grupo, y cuáles no. También deben mencionar aspectos básicos de convivencia, como el respeto a los demás, la obligación de utilizar un vocabulario apropiado y comunicarse de forma asertiva. Se trata de mostrar nuestras opiniones de forma constructiva, sin atacar los puntos de vista de otras personas.
Por ejemplo, utilizar letras mayúsculas o palabras malsonantes puede resultar agresivo en una conversación escrita. Igualmente, el uso de emoticonos puede ser confuso, y algo tan simple como una carita puede tener diferentes interpretaciones para cada lector. Tenemos que tener en mente que somos muchos en la conversación, y ante un mensaje impreciso, podemos entenderlo de maneras distintas.
Es recomendable acordar al principio la duración del grupo (normalmente un curso escolar, pero esto puede adaptarse según la finalidad) y un horario coherente para utilizarlo. Lo ideal es respetar las horas de sueño y los fines de semana, asumiendo a su vez que cada uno tenemos distintas rutinas y horarios, y no podemos exigir que la gente conteste de manera inmediata.
Además, las normas deben incluir una mínima orientación en cuanto a pautas de seguridad. Un breve recordatorio sobre cómo identificar y evitar la difusión de fraudes (habituales en estas aplicaciones, como promociones o vídeos virales), así como fomentar en el grupo la precaución a la hora de compartir fotografías, sobre todo si aparecen menores. No está de más mencionar la necesidad de tener la aplicación actualizada, y conocer las opciones de privacidad que ofrece.
Sacarle partido es posible
WhatsApp es un espacio de comunicación informal, que resulta práctico si se utiliza bien. El grupo del cole puede sernos útil para enviar recordatorios de reuniones, organizar actividades relacionadas con el entorno escolar o alertar de situaciones imprevistas. Informar de la existencia de varios casos de gastroenteritis por ejemplo, o del cambio puntual de una actividad extraescolar, puede ser más sencillo y rápido a través del grupo.
¿Y por qué no utilizarlo además para animar a las familias a comprometerse en la comunidad educativa? Este medio nos permite compartir materiales y recursos de interés para toda la clase, siempre que sean positivos para los menores y tengan relación con el ámbito escolar.
Para la organización de eventos concretos, puede ser útil crear una comisión de trabajo con un grupo de conversación propio, en el que rijan las mismas normas de convivencia. Después, en el grupo general pueden resumirse los puntos más importantes o las conclusiones que afecten a todas las familias.
Lo fundamental es no olvidar que el grupo nunca sustituye a los canales oficiales de comunicación del centro, como la aplicación de gestión educativa o el envío de cartas informativas. Los asuntos importantes deben darse a conocer por estos medios, porque puede que en el grupo no estén todos los padres, o que el mensaje pase desapercibido.
Qué debemos evitar para mantener un clima de convivencia
Ahora que tenemos un grupo provechoso, mantenerlo durante todo un curso escolar es lo más complicado, pero está en nuestras manos. Es buena idea que el administrador o moderador envíe periódicamente un recordatorio de las normas del grupo, por ejemplo, de forma trimestral. Desde IS4K os facilitamos una imagen con un resumen de normas básicas para incorporarla como foto de perfil. Además, desde el principio debemos tener en cuenta que:
- No es recomendable utilizarlo como una agenda de deberes y trabajos, y mucho menos solucionarlos. Los propios alumnos/as son los responsables de apuntar qué tienen que hacer y realizar sus tareas de forma autónoma.
- Los mensajes reiterativos no aportan información al grupo y saturan a los participantes. No es necesario que cada uno responda con un ‘gracias’, o que veinte personas digan ‘no sé’. Con una de estas respuestas es suficiente.
- Las opiniones contrarias a las propias o a las mayoritarias son valiosas, pues aportan diversidad y creatividad al grupo. Deben respetarse y tenerse en cuenta a la hora de tomar decisiones.
- No debemos reenviar en este grupo mensajes en cadena, vídeos o imágenes ‘graciosos’ que pueden entorpecer la comunicación o resultar despectivos para otros participantes. Los chistes y memes es mejor dejarlos para los grupos de amigos y familiares.
- Ante un conflicto, debemos evitar enviar mensajes en caliente que puedan interpretarse como ofensivos. En ningún caso se deben tolerar ataques al equipo educativo ni a los alumnos/as.
- Los problemas o dudas particulares deben tratarse directamente con quien corresponda, ya sea el tutor/a, maestros/as, otros padres, etc.
Por ejemplo, si una cuestión escolar concierne solo a nuestro hijo/a, es mejor disponer una reunión en el centro y abordar el asunto de forma privada. De la misma manera, si hemos tenido un malentendido con otros padres, hablar con ellos/as directamente será más apropiado y eficiente para la resolución del problema.
A pesar de seguir estas pautas, pueden surgir discrepancias y, en ese caso, es necesario anticiparnos para evitar un conflicto mayor. Por eso, ante mensajes inapropiados o fuera de lugar, es esencial actuar de manera rápida y firme. Podemos utilizar un mensaje modelo que impida que la conversación se desvíe o se torne conflictiva, como por ejemplo ‘Recordad que este grupo es solo para tratar asuntos escolares que afecten a toda la clase’ o ‘Por favor, este tipo de cuestiones deben tratarse en privado’.
Por último, si hablamos de convivencia también es necesario respetar a quien decida abandonar el grupo o no participar. Si se ha debido a un problema que no supimos atajar de forma adecuada, puede servirnos como una reflexión y un punto de partida para aprender a relacionarnos mejor en Internet, revisando las reglas que hemos acordado para nuestro grupo.
En cuanto todos nos acostumbremos a estas normas, será sencillo utilizar el grupo para los fines con los que se ha creado. Es el momento de ver estas aplicaciones como oportunidades para comunicarnos más y participar de forma activa en la comunidad escolar.
¿Cómo fue vuestra experiencia en el grupo del cole el curso pasado? ¿Qué normas os parecen más importantes para mantener la convivencia en el grupo? Podéis contarnos vuestra opinión en los comentarios.