Dentro del mundo industrial pueden detectarse sistemas que no tienen activadas todas sus capacidades a nivel de ciberseguridad. Este hecho puede darse por varios motivos, pero, en el caso de detectarse, cada caso debe ser analizado para sacar el mayor partido a cada dispositivo.
A la capacidad de configurar de forma robusta programas, servicios u otros matices dentro de los sistemas industriales se le denomina bastionado y permite, entre otras cosas, evitar que los activos tengan una gran exposición a la red o que las soluciones desplegadas en el sistema posean vulnerabilidades derivadas de una mala configuración.
En este artículo, comenzaremos explicando qué es el bastionado o ‘hardening’ y como aplicarlo a nuestra red industrial, junto a unas buenas prácticas a seguir.
Cuando se produce un incidente de seguridad en un SCI (Sistema de Control Industrial), dependiendo de la gravedad del mismo, se puede generar un grave problema, tanto a nivel productivo, como económico o en la seguridad de las personas que trabajan en el sistema industrial.
Por lo tanto, en este artículo sucesivo al titulado “Buenas prácticas para la recuperación de sistemas industriales (I)”, se tratarán los planes de respuesta desde un punto de vista orientado a las normativas actuales, así como sus aplicaciones y necesidad en entornos industriales críticos, tales como el sector energético.
Cuando se produce un incidente de seguridad en un SCI (sistema de control industrial), dependiendo de la gravedad del mismo, se puede generar un grave problema, tanto a nivel productivo como económico o en la seguridad de las personas que trabajan en el sistema industrial.
Por lo tanto, en este primer artículo de una serie destinada a esta materia, se explicarán de forma precisa los planes de recuperación, unas pautas generales para su desarrollo y unas conclusiones sobre el uso y la aplicabilidad de estos planes.
La elaboración de informes técnicos es una de las partes más importantes para la conclusión de una tarea, ya que refleja los resultados de todo el trabajo realizado. Además, no solo constituye un entregable final para un cliente, o para los responsables de una institución, sino también es el nexo de unión entre la persona o equipo que ha llevado a cabo dicha tarea y los responsables de la toma de decisiones, en base a los hallazgos encontrados.
La proliferación de incidentes de ciberseguridad en los entornos industriales ha originado una gran preocupación en los diferentes sectores existentes. Algunos de ellos, como el sector energía, están eligiendo el camino que se tomó en el sector banca con el framework de TIBER-EU. Además, muchos gobiernos están dotando de grandes partidas monetarias a sus organismos gubernamentales para que elaboren planes estratégicos donde se incluyan estos ejercicios.
Los enfrentamientos entre países ya no solo se llevan a cabo en el mundo físico, en esta nueva década, estos enfrentamientos también se trasladan al mundo cibernético. El conflicto entre Rusia y Ucrania es uno de los ejemplos más claros. Dentro de los acontecimientos que se han dado, se encuentra el incidente de seguridad denominado como Industroyer2, que afectó a un proveedor eléctrico en Ucrania. El Industroyer2 es la evolución de su antecesor, el malware conocido como Industroyer, el cual fue capaz de afectar a múltiples protocolos de los sistemas de control industrial durante su ejecución. Esta nueva variante del malware se centra en un protocolo de comunicaciones en concreto, el IEC-104, muy extendido en Europa y Oriente Medio para monitorizar y controlar el sistema de energía por medio del protocolo de comunicaciones TCP/IP.
Las organizaciones están expuestas a sufrir las consecuencias de las ciberamenazas, y pueden estar poco preparadas para afrontar y gestionar los ciberincidentes, ya sean provocados o no. Por ello, el INCIBE lanzó en 2014 su modelo de Indicadores para la Mejora de la Ciberresiliencia (IMC), con el propósito de mejorar y conocer el estado de la ciberresiliencia en las organizaciones.
En este post se presentan algunas líneas de actuación que deben seguirse para hacer frente a un ciberataque DrDoS basado en el protocolo ARD, describiendo detalladamente las fases de prevención, identificación y respuesta a adoptar.
La seguridad de los sistemas de control puede verse amenazada desde distintas vertientes, siendo el dispositivo final el vector de ataque más importante de ellos. Teniendo esto en mente, la IEC, dentro del estándar 62443, quiso hacer hincapié en los dispositivos haciendo un documento exclusivo para su seguridad: IEC62443-4-2. Este documento recoge diferentes requisitos técnicos para mejorar la seguridad de los tipos de activos que pueden encontrarse en un sistema de control.
En este post se presentan algunas líneas de actuación que deben seguirse para hacer frente a un ciberataque DrDoS basado en el protocolo SNMP, describiendo detalladamente las fases de prevención, identificación y respuesta a adoptar.