Las organizaciones se enfrentan al reto constante de adoptar nuevas estrategias de seguridad, como el modelo Zero Trust, que opera bajo la premisa de "nunca confiar, siempre verificar". Este cambio es crucial especialmente en entornos en la nube, donde la gestión de identidades y acceso a recursos es más compleja. En particular, el Secure Web Gateway (SWG) es un sistema clave, que se enfoca en controlar el acceso de los usuarios a la web, proteger contra amenazas basadas en la web y hacer cumplir las políticas de seguridad. Actúa como intermediario entre los usuarios e Internet, filtrando e inspeccionando el tráfico web para garantizar que cumple con los requisitos de seguridad de la organización.
Sin embargo, implementar y gestionar SWGs presenta desafíos significativos, como la integración con infraestructuras existentes, la gestión de la complejidad y escalabilidad. Estos desafíos requieren una atención meticulosa para garantizar una protección efectiva y eficiente en el cambiante panorama de la ciberseguridad. Este artículo explora el propósito y la función de las SWG, así como su arquitectura, su capacidad para proteger contra ciberamenazas y las mejores prácticas para su implementación.
En el ámbito de la ciberseguridad los sistemas CASB desempeñan un papel crucial al proporcionar una capa de protección adicional para aplicaciones en la nube. Este enfoque previene amenazas, detecta malware y asegura la privacidad en un entorno digital, abordando así la creciente necesidad de protección de datos.
Este artículo explora cómo funcionan los sistemas CASB, sus aplicaciones clave y sus beneficios en términos de seguridad y privacidad, garantizando que las aplicaciones operen protegiendo datos en entornos cloud y manteniendo un control detallado sobre operaciones en la nube. Desde la evaluación de proveedores hasta la detección de comportamientos maliciosos, su versatilidad se extiende, ofreciendo beneficios como la mitigación de riesgos y una mejora de la seguridad en la nube.
El OSINT (Open Source Intelligence) es una técnica que se centra en la recopilación, evaluación y análisis de información pública a través de distintos métodos y técnicas, con el objetivo de descubrir vulnerabilidades o recolectar información sensible que puedan llegar a ser amenazas.
Cabe recalcar que la recopilación de datos no se denomina OSINT, se trataría de información en bruto. Una vez que se evalúa y trata esa información, se podría decir que realmente hablamos de inteligencia de fuentes abiertas (OSINT).
Inicialmente se ha utilizado en el sector militar y gubernamental. Su uso en OT, con disciplinas de esta como el SIGINT (Inteligencia de señales), el IMINT (Inteligencia de las imágenes) o incluso los ‘Sock Puppets’ (Perfiles falsos o intrusos en foros técnicos) está haciendo estragos debido a criticidad de estos equipos. La desinformación o la compilación de información técnica industrial sensible, son algunas de las graves consecuencias que se expone este sector.
Conocer los recursos disponibles a la hora de realizar tareas de bastionado a un sistema, nos permite optimizar el tiempo necesario para esa tarea. Además, tenemos la posibilidad de utilizar herramientas capaces de auditar el sistema indicándonos aquellas configuraciones que se consideran seguras y cuáles podrían aún ser implementadas.
Es tanta la información que se encuentra actualmente accesible para los usuarios en Internet, que aquella ofrecida por ciertas páginas web o aplicaciones en tiempo real puede resultar de especial preocupación en cuanto a su confidencialidad para ciertos sectores, dado que podría ser utilizada con fines malintencionados.
La proliferación del uso de Internet, cerca de 2.500 millones de usuarios a nivel mundial, y la facilidad de publicación de contenidos a través de diferentes medios como redes sociales o blogs ha favorecido que se almacene una desorbitada cantidad de información online. Algunas de las cifras más significativas son las siguientes: Google almacena información de 30 billones de páginas web,...