Los amantes del motor tal vez recuerden el caso de espionaje de McLaren a Ferrari en un ya lejano 2007. En esa ocasión, el traspaso de información se hizo directamente a través de papel. Pero ya han pasado muchos años desde entonces y hoy en día, donde el uso del papel es residual, seguramente la información robada se compartiría a través de diferentes ficheros informáticos con diseños, fórmulas o datos estratégicos, por lo que se trataría de un ciberincidente por ciberespionaje.
En los últimos años los ataques a sistemas de control industrial, orquestados tanto por servicios de inteligencia en diferentes países como por grupos criminales, han aumentado considerablemente, a la par que han evolucionado y refinado las capacidades técnicas de ataque, mediante un mayor conocimiento de los sistemas y protocolos industriales.