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Protege tus derechos de autor en tu negocio online

Fecha de publicación 08/10/2024
Autor
INCIBE (INCIBE)
mazo encima de ordenador portátil

En los últimos años, la presencia online de las empresas se ha convertido en una cuestión vital para conseguir que algunos negocios prosperen. En sus páginas web, las empresas exponen sus productos y servicios como si de un escaparate se tratase.

En este contexto, los empresarios poseen una serie de derechos como propietarios de su contenido digital, y conocerlos resulta fundamental para salvaguardar y proteger su negocio de manera efectiva.

Desde la creación del contenido original hasta que este se publica en la web, la protección de los derechos de autor es fundamental en el ámbito de la propiedad intelectual, resultando esencial también en los negocios en línea.

Por lo tanto, el autor de las imágenes y contenido original que se publica online tiene reconocidos los derechos morales y patrimoniales sobre su obra. Los derechos morales (divulgación, divulgación por nombre, paternidad, integridad, modificación y retirada) son derechos irrenunciables e inalienables. Sin embargo, el autor sí podrá ceder los derechos patrimoniales o de explotación (derecho de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación).

En este sentido, la utilización de las obras o creaciones requerirá la autorización de los titulares de los derechos. Además, el autor podrá registrar su obra en el Registro de la Propiedad Intelectual para gozar de una mayor protección y beneficios sobre su obra, aunque dicha inscripción tiene carácter voluntario. Por lo tanto, no resultará necesaria la inscripción de las obras o creaciones en dicho registro para proteger los derechos en materia de propiedad intelectual, puesto que la propiedad intelectual de una obra corresponde al autor desde el momento de su creación, debiendo cumplir con el criterio de originalidad.

No obstante, el creador podrá otorgar permiso al público para explotar sus obras mediante el sistema de licencias abiertas Creative Commons (CC), que permiten al autor decidir, por medio de la licencia concreta, qué derechos cede y bajo qué condiciones específicas, con carácter irrevocable, pero conservando, en todo caso, los derechos morales irrenunciables de los que goza el creador de la obra.

El sistema de licencias CC puede contener los siguientes elementos combinables:

 Reconocimiento (Attribution – BY) – Se tendrá que reconocer la autoría de la obra de manera adecuada.

 No comercial (NonCommercial – NC) – No se podrá utilizar la obra con fines comerciales.

 Sin obras derivadas (NoDerivative Works – ND) – No se podrán crear obras derivadas ni adaptaciones de la obra.

 Compartir igual (ShareAlike -SA) – La obra se podrá transformar, pero siempre y cuando se utilice la misma licencia de la obra original.

La protección digital empieza por entender los derechos y licencias que los creadores tienen sobre su contenido, pero también implica tomar acciones proactivas para proteger este contenido en línea.

Cómo saber si se están vulnerando mis derechos

En ocasiones, los empresarios pueden encontrarse ante el desafío que supone discernir si su contenido está siendo utilizado de manera no autorizada. A continuación, te dejamos unos ejemplos con los que podrás aprender a identificar violaciones de derechos de autor y utilizaciones no autorizadas de tus creaciones digitales:

  • Plagio digital

    Este concepto no está recogido expresamente en la Ley de Propiedad Intelectual (LPI), pero se entiende como la usurpación de la condición de autor. Por lo tanto, en el plagio se conserva la obra, pero se altera el autor.

    Si navegando por la Red descubrimos que nuestro contenido, ya sea en forma de texto, imágenes o cualquier otro material, está siendo utilizado sin nuestro permiso en otras páginas web o en las redes sociales, es muy probable que se esté cometiendo plagio.

    No debemos confundir plagio con falsificación. La falsificación implica la creación de una obra falsa con la intención de hacerla pasar por la obra original del autor. En ambos casos, si la obra se comercializase, estaríamos frente a un delito relativo a la propiedad intelectual.

  • Suplantación de identidad online

    La suplantación de identidad online es una amenaza frecuente para las empresas. En ocasiones, los ciberdelincuentes utilizan la identidad digital de marcas legítimas para cometer actos fraudulentos. Esto puede ser muy dañino para la reputación de la empresa y para los clientes, que pueden verse afectados por el fraude y perder la confianza en la marca.

    Un claro ejemplo es la suplantación de identidad en redes sociales. Los ciberdelincuentes crean perfiles muy similares a los de las marcas que pretenden suplantar, utilizando el nombre de la empresa, su logo y hasta el contenido de la cuenta original, haciendo creer a los usuarios que se trata de un perfil asociado a la marca y cometiendo actos fraudulentos en su nombre.

    También el web spoofing, una réplica completa de una página web legítima, incluyendo logos, tipografía, contenidos e, incluso, utilizando una URL muy similar, que los ciberdelincuentes utilizan con fines fraudulentos.

    En ambos supuestos, podría darse la situación de que, con una misma conducta, se vulnerasen tanto los derechos de propiedad intelectual como de propiedad industrial.

  • Modificaciones no autorizadas

    La violación de los derechos digitales también puede darse a raíz de la modificación o alteración no autorizada de un contenido, es decir, si se detecta que cierto material, como, por ejemplo, texto o imágenes, ha sido alterado y utilizado sin permiso.

    Podría darse el caso, por ejemplo, si descubrimos una imagen de un producto de nuestra tienda online que ha sido modificada y utilizada en otra web diferente.

    Este punto también está relacionado con la reputación de la empresa y la pérdida de confianza de los clientes.

  • Distribución o uso comercial no autorizado

    La utilización no autorizada de contenido para fines lucrativos también infringe los derechos de propiedad intelectual.

    Por ejemplo, un anuncio publicitario que esté utilizando nuestras fotografías sin nuestro consentimiento para fines comerciales.

En cuanto a la regulación en materia de propiedad industrial, esta protege los derechos de los creadores de patentes de invención, modelos de utilidad, diseños industriales, marcas, signos distintivos (nombres comerciales y marcas) y topografías de semiconductores, por lo que su usurpación y comercialización sin el consentimiento se encuentra tipificado como delito en el CP.

Y ahora, ¿cómo puedo actuar ante esta situación?

Descubrir que nuestra empresa ha sido víctima de una violación de nuestros derechos de propiedad intelectual y/o industrial en línea puede resultar desafiante, y tomar las medidas adecuadas es fundamental para proteger nuestros activos digitales:

  1. Documentar la infracción:

    El primer paso que debemos de tomar ante este tipo de situaciones es recopilar todas las evidencias de la posible infracción: hacer capturas de pantalla, guardar los enlaces y documentar cualquier elemento relevante puede ayudar a respaldar la reclamación y proporciona pruebas esenciales. Existen herramientas que pueden ayudarnos en esta tarea.

  2. Contactar al infractor:

    En muchas ocasiones, el incumplimiento de la normativa puede deberse simplemente al desconocimiento del infractor. Es recomendable intentar contactar directamente con la persona o entidad que está utilizando nuestro contenido y solicitarle que deje de hacerlo. Este paso puede resolver la situación de forma rápida en algunos casos.

  3. Revisión de cláusulas legales:

    Si el paso anterior no surte efecto, podemos revisar las cláusulas legales de la plataforma donde se está cometiendo la infracción y tratar de obtener así más información acerca de la entidad o particular infractor. A continuación, será necesario reportar la violación siguiendo el procedimiento establecido y aportando la documentación indicada.

  4. Denuncia a los organismos nacionales y supranacionales:

    A nivel nacional, la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) es el organismo encargado de la gestión y protección de los derechos de propiedad intelectual (patentes, marcas, nombres comerciales, diseños industriales…).

    Instar la actuación de la Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual (CPI), órgano adscrito al Ministerio de Cultura, encargada de luchar contra las infracciones en la Red en materia de propiedad intelectual, mediante el denominado procedimiento de salvaguarda.

    También se podrá presentar una queja a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), organismo que desempeña un papel fundamental en la protección de los derechos de propiedad intelectual en la Unión Europea, o la Oficina Europea de Patentes.

    A nivel internacional, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) administra tratados internacionales, establece normas y ofrece servicios para el registro y la protección de derechos de autor, patentes, marcas, diseños industriales y otros aspectos relacionados con la propiedad intelectual.

  5. Acciones legales:

    Aparte de las acciones a nivel penal, los delitos contra la propiedad intelectual también están sujetos a responsabilidad civil. En este sentido, el artículo 272 LPI indica que “la extensión de la responsabilidad civil derivada de los delitos tipificados en los dos artículos anteriores se regirá por las disposiciones de la Ley de Propiedad Intelectual relativas al cese de la actividad ilícita y a la indemnización de daños y perjuicios”. La indemnización por daños y perjuicios, tal y como se regula en el artículo 140.1 LPI, comprenderá “no sólo el valor de la pérdida que haya sufrido, sino también el de la ganancia que haya dejado de obtener a causa de la violación de su derecho”.

    Por otro lado, los titulares de una marca o patente que hayan visto lesionados sus derechos también podrán reclamar por la vía civil la indemnización de los daños y perjuicios.

Protege tu contenido online: herramientas y consejos

  • Utilizar marcas de agua en las imágenes es una medida muy efectiva para evitar que se usen de forma no autorizada. Estas marcas actúan como una especie de firma digital, pueden ser un logo o texto superpuesto y hacen más difícil que se usen las imágenes sin permiso.
  • Documentar el proceso creativo de logos, branding y otras creaciones, mediante el uso de documentación como bocetos.
  • Valorar la opción de contar con una empresa especializada en la certificación de contenidos de páginas web para demostrar la autenticidad de los contenidos digitales en un momento concreto.
  • Actualizar regularmente las cláusulas legales y condiciones de uso de nuestra web, de modo que sean claras y específicas en cuanto al uso del contenido digital, estableciendo las reglas para su utilización.
  • Conocer y comprender los términos de las licencias de imágenes que se utilizan en nuestra página web, ya sean imágenes de stock, fotografías propias, etc.
  • Incorporar metadatos en los archivos, como información de copyright y detalles de licencia, que permiten la rastreabilidad y actúan como prueba de la propiedad en caso de violación.
  • Monitorizar regularmente el uso de nuestro contenido en línea, por ejemplo, utilizando herramientas como la búsqueda por imágenes para verificar que no se estén utilizando nuestras imágenes en web sin nuestra autorización.
  • Educar a la audiencia y fomentar el respeto por la propiedad intelectual, incluyendo información educativa en nuestra web sobre la propiedad intelectual y los derechos de autor e invitando a los usuarios a reportar cualquier uso no autorizado de contenido.

Recuerda que puedes contactar con nosotros a través de la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE (017), los canales de mensajería instantánea de WhatsApp (900 116 117) y Telegram (@INCIBE017), o el formulario de contacto (seleccionando la opción de usuario de empresa o profesional) que encontrarás en nuestra web. Expertos en la materia resolverán cualquier conflicto online relacionado con el uso de la tecnología y los dispositivos conectados.

Contenido realizado en el marco de los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, financiado por la Unión Europea (Next Generation).