Internet y la tecnología están presentes en buena parte de las acciones cotidianas de toda la familia. Los menores hacen un uso habitual a través de sus teléfonos móviles, la tablet, el ordenador, la smart TV o la consola, aprovechando las múltiples ventajas que ofrece Internet para comunicarse con otras personas, aprender y entretenerse.

Sin embargo, este uso genera nuevas situaciones de riesgo. Las familias tenemos la responsabilidad de conocer este nuevo contexto para ayudarles a disfrutar de la Red con seguridad, como parte de nuestra labor de mediación parental. Por eso, es necesario saber el origen de estos riesgos y las medidas de protección a nuestro alcance.

¿Cómo utilizan Internet?

Estar en contacto con sus amigos/as y encontrar contenidos de su interés es ahora más sencillo gracias a las posibilidades que ofrece la Red. Es una oportunidad a su alcance para desarrollar sus habilidades personales y profesionales, pero es importante que aprendan a utilizarla de manera segura, responsable y saludable.

Sus grupos de amigos/as y la sociedad en su conjunto, ejercen cierta presión social en cuanto al uso de la tecnología. Pueden promover que los menores sientan la necesidad de conectarse continuamente para estar al día, sentirse acogidos en su entorno o mejorar su popularidad. Estas conductas pueden desembocar en un uso intensivo de Internet y una exposición inadecuada de información privada o sensible.

¿Qué se encuentran en la Red?

Es esencial ofrecer a los menores contenidos positivos y de calidad. Así, fomentamos valores y conocimientos, a la vez que evitamos que accedan a otros contenidos menos apropiados, veraces, o seguros. Se trata de impulsar su autonomía, enseñándoles a hacer un aprovechamiento saludable de Internet. De esta manera, ellos mismos serán progresivamente capaces de utilizarlo de forma responsable, frenando las cadenas de difusión de contenidos inadecuados a través de sus redes de amistades.

¿Cómo se relacionan en Internet?

Al relacionarse a través de Internet hay una distancia física que reduce la comunicación no verbal y aumenta la dificultad para empatizar con los demás. Resulta sencillo hacerse pasar por otras personas. La sensación de anonimato y de invencibilidad puede reducir el efecto de las restricciones sociales, dándose conductas irrespetuosas o violentas.

¿Cómo podemos proteger a los menores?

La implicación de las familias y educadores es fundamental. Padres y madres debemos comprometernos y participar en los procesos de mediación parental, con el objetivo de ayudar a los menores a aprender a hacer un uso seguro y responsable de Internet. Esta tarea no siempre es sencilla, ya que la tecnología evoluciona rápidamente y necesitamos mantenernos actualizados. Estar al día, acompañarles y supervisar el uso que hacen de la Red es la clave para detectar y resolver cualquier posible problema que surja.

Los educadores también deben involucrarse en esta educación digital. La tecnología forma parte de la rutina escolar por eso es necesario conocer y aplicar pautas de ciberseguridad, así como trasladárselas a los alumnos.

La sensibilización y formación TIC resulta clave en familias y los educadores, ya que se convierten en referentes para los menores. Siendo necesario que puedan garantizar una prevención efectiva, al tiempo que se benefician de las infinitas posibilidades de comunicación, aprendizaje, entretenimiento y expresión creativa que les ofrece. Con un pequeño esfuerzo por parte de las familias y educadores, podemos ayudar a que los menores apliquen su sentido común en un uso equilibrado, respetuoso y seguro de Internet.

Familias y menores en Internet, nuestras preocupaciones en la Red