Los menores eligen Instagram, ¿por qué les gusta tanto?
No cabe duda de que Instagram es una de las apps favoritas de los más jóvenes, como lo confirma el estudio de IAB Spain para el grupo de edad de 16 a 30 años.
La principal fortaleza de Instagram está en cómo presenta las imágenes en los perfiles de sus usuarios, de manera atractiva y visual. Es un medio ágil para comunicarse y posicionarse socialmente, además de para estar al día de los temas que les interesan.
De entre sus numerosas funciones, las que más les gustan a adolescentes y jóvenes son:
- Compartir imágenes y vídeos permanentes en su perfil. Esto les permiten construir una imagen pública.
- Compartir temporalmente otros momentos, más o menos espontáneos, en las historias.
- Emitir vídeo en directo.
Su perfil en Instagram: en busca del look perfecto
El perfil de Instagram se ha convertido en una especie de book como el de cualquier modelo profesional, pero al alcance de todo el mundo. Lo utilizan constantemente como herramienta de presentación, tanto para mostrarse, como para curiosear sobre la otra persona que acaban de conocer ya sea físicamente o a través de Internet. No es de extrañar entonces que los menores solo compartan sus mejores fotos y vídeos, buscando transmitir una apariencia de perfección, un estilo de vida atractivo, exitoso y envidiable.
Adolescentes y jóvenes pueden llegar a emplear mucho tiempo para preparar una foto perfecta, arreglándose, probando encuadres, luces, repitiendo tomas una y otra vez, para a continuación retocar la imagen con diversos filtros y efectos. Una vez conseguida esa publicación ideal, pueden repetir la operación una y otra vez, llegando a hacerlo varias veces al día.
Además, en Instagram es habitual publicar contenido a diario, y hay una presión social por mantener el perfil activo. De hecho, la propia plataforma emplea un algoritmo de priorización de contenidos a la hora de decidir, qué novedades de nuestros contactos nos muestra primero, y cuáles después, valorando entre otras cosas la frecuencia de publicación. En Instagram, como en otras redes sociales y apps, es relativamente sencillo caer en un uso excesivo.
Y esto no acaba aquí. La necesidad natural de integrarse socialmente, buscar la aceptación de sus compañeros/as, también se canaliza a través de los “me gusta” que reciben en sus fotos. Valoran la cantidad de reacciones positivas como una medida de su grado de aceptación, reconocimiento y popularidad, aun cuando esto no es necesariamente cierto.
Así pues, esta búsqueda de más “me gusta” (likes), puede motivarles a compartir más y más contenidos en Instagram, incluso entrando en conductas de riesgo, como retos virales peligrosos, imágenes con connotaciones sexuales, o la exposición de demasiada información personal. Por otra parte, cuando sus publicaciones no alcanzan el nivel de popularidad deseado, pueden verse tentados de eliminarlas, lo que ha llevado a la red social a estudiar la posibilidad de ocultar el número de “me gusta” recibidos. En todo caso, podemos ayudar a nuestros hijos/as a reducir esta presión, hablando sobre el valor de los “me gusta”, y reafirmando su autoestima.
Las historias (stories), más frescas e informales
Las historias les permiten compartir fotos y vídeos cortos, incluso con pegatinas, frases y otros efectos, pero de forma temporal, ya que solo están visibles durante 24 horas. Este carácter de temporalidad favorece una mayor frescura a la hora de presentarse, lo que supuestamente reduciría esa búsqueda de la perfección. Sin embargo, se suele dar el efecto contrario. Los mismos influencers a quienes siguen comparten una o varias historias cada día, con poses muy estudiadas, e incluso retocando las imágenes, todo para dar sensación de naturalidad y espontaneidad. Así pues, no es extraño que los menores les imiten, tratando de cuidar al detalle su aspecto y los escenarios cotidianos de sus historias.
Respecto a las reacciones de los demás, cabe destacar que cuando alguien realiza un comentario en una historia, este no aparece de manera pública como sucede en las imágenes del perfil, sino que se envía de manera privada al protagonista de la historia. Esto podría evitar la victimización pública en el caso de ser un comentario cruel, pero no quita el daño que supone a nivel personal, dado que el mensaje se recibe igualmente, incluso cuando viene de alguien desconocido, fuera de su lista de contactos. Si nos preocupa esta funcionalidad, existe la posibilidad de desactivar los comentarios en las historias yendo al apartado de perfil configuración privacidad historia.
Existe una preocupación por las interacciones negativas, de modo que desde Instagram también se están desarrollando funciones automáticas para informar al usuario cuando se sospecha que va a compartir un comentario ofensivo o peligroso.
Por último, hay tener en cuenta que, a pesar del carácter temporal de las historias, los menores también pueden fijarlas de forma permanente como elementos destacados en su perfil, ampliando su exposición indefinidamente.
Su propio programa de televisión con IGTV
Instagram TV, o IGTV, es la función que permite a cualquier persona emitir vídeo en directo, como si se tratara de su propio programa de televisión. En cierto modo se podría ver como una historia en formato vídeo, de mayor duración, perdurable en el tiempo, y que se crea en tiempo real.
Los menores siguen las novedades de sus contactos y de sus influencers favoritos/as, visualizando sus nuevas fotos, historias y vídeos en directo. Precisamente, al producirse en directo, puede haber imprevistos, exponiéndose contenidos inapropiados, o información personal, o generando comentarios poco reflexivos con consecuencias negativas. Así pues, es conveniente que promovamos su sentido crítico ante los contenidos que consumen, valorando que sean positivos y de calidad.
Además, cuando otras personas, tanto conocidas como desconocidas, visualizan en directo las publicaciones de IGTV de un menor, pueden reaccionar en el mismo momento, añadiendo me gusta y comentarios públicos. Estas respuestas pueden alentarles o presionarles para aumentar su exposición, o participar en conductas de riesgo. Por otra parte, si se producen comentarios negativos, burlas o humillaciones, además de dañar su autoestima, quedan grabados junto al vídeo original, aumentando su victimización.
Otras funciones destacadas
Además, existen otra serie de funciones en Instagram de interés para los menores, como son:
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Etiquetas: sus contactos (seguidores), o cualquier otra persona que visite su perfil de Instagram, pueden ver las fotos y vídeos que han compartido los menores, sus historias, sus vídeos de IGTV, aunque también pueden ver las imágenes que hubiera compartido cualquier otro usuario etiquetándoles.
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Esta es una función que facilita el contacto entre los menores, permitiéndoles compartir sus publicaciones con otras personas que salen en esas imágenes. Aunque también hay ocasiones en que se puede etiquetar a otra persona para llamar su atención, sin que aparezca en la imagen.
En cualquier caso, puede haber imágenes críticas, descontextualizadas, o poco favorecedoras, en las que el/la menor prefiera no estar etiquetado/a. En esos casos, han de pedirle a la otra persona que elimine esas imágenes. Si no les hacen caso, podremos reportarlas ante Instagram para que las retiren.
- Me gusta: la reacción a una publicación con un corazón (me gusta), muchas veces es automática. Es habitual que se desplacen por su pantalla de inicio de Instagram dando me gusta a todo lo que han compartido sus amigos/as. A cambio, esperan sus me gusta en todas las publicaciones que realizan, considerándolas un fracaso si no alcanzan cientos o miles de corazones.
Cuando miden su popularidad, y especialmente su valía personal, en base al número de me gusta que reciben en sus imágenes y vídeos, están poniendo en riesgo su autoestima y desarrollo personal, lo que tenemos que tener en cuenta para apoyarles desde casa.
- Enlaces externos y compras: con la inclusión de enlaces, y la posibilidad de comprar productos desde las propias publicaciones de Instagram, han aumentado las posibilidades de marketing para las marcas, al mejorar la comodidad de acceso de las personas interesadas en sus productos.
Sin embargo, estas funciones también tienen un lado negativo al promover el consumismo, la realización de compras impulsivas y poco reflexivas, por lo que debemos ayudarles a ser conscientes para realizar un consumo responsable.
- Hashtags: además de su función original como herramientas para marcar contenidos relacionados con una cierta temática, Instagram ha incorporado la posibilidad de seguir hashtags. De este modo, al igual que al seguir a un usuario se está al día de sus publicaciones, al seguir un hashtag se está al día de las nuevas publicaciones en esa temática.
Si bien se trata de una función que puede resultar útil para ampliar sus perspectivas de ocio y aprendizaje, también puede facilitar el contacto con personas desconocidas, o indicar el interés por temáticas inapropiadas o de riesgo.
Cinco pautas para ayudarles a hacer un buen uso de Instagram
Como en cualquier otro ámbito de uso de Internet, las mejores herramientas a nuestro alcance en el hogar para ayudarles a estar protegidos son el sentido común y la mediación parental. Asimismo, para apoyarnos en esta tarea, podemos consultar la guía de seguridad en redes sociales para familias. Concretando algunas pautas de utilidad:
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Promover sus habilidades sociales: un adecuado nivel de autoestima y autoconfianza, así como la capacidad de pensar de forma crítica, les ayudará a reducir la dependencia de las valoraciones de los demás.
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Dialogar sobre casos reales que pueden aparecer en las noticias sobre personas famosas con publicaciones polémicas o comentarios inapropiados.
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Procurar que los menores utilicen cuentas privadas para limitar su exposición, evitando aceptar como amigos/as a cualquiera. Además, conviene revisar juntos las opciones de privacidad, seguridad y bienestar de la aplicación.
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Animarles a comprobar las imágenes y vídeos en los que les etiquetan para, en su caso, solicitar a sus autores que los retiren.
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Aprender a bloquear y reportar usuarios molestos y contenidos inapropiados.
Así pues, si queremos ayudar a un menor en Instagram, necesitamos conocer mínimamente las características de esta red social. El mejor camino pasa por dejar que sea el propio menor quien nos explique cómo funciona, dialogando sobre las funciones que tiene, lo que ve habitualmente y lo que suele compartir. El siguiente paso es aplicar nuestro sentido común, apoyarnos en nuestra experiencia vital, para solucionar los conflictos con los que se pueda encontrar.
Queda claro que Instagram no es una simple red social, sino una completa herramienta de comunicación para los menores, aunque tiene influencia en su bienestar y en su desarrollo personal. Nuestra responsabilidad, como padres y madres, es implicarnos para conocerla mejor y ayudar a jóvenes y adolescentes a hacer un mejor uso de ella.